White O es
el primer proyecto del arquitecto Toyo Ito en América del Sur. La vivienda
forma parte de la segunda etapa de Ocho al Cubo, un ambicioso proyecto de
urbanización en Marbella, en el que están implicados algunos de los mejores
arquitectos del ámbito nacional e internacional.
El nombre de
la vivienda alude a uno de los proyectos más respetados de Ito: White U, diseñada en Tokio, en 1976, para su
hermana. "Ambas casas son circulares pero diferentes", explica el
arquitecto.
"En White U da la impresión de que uno estuviera viviendo en
un subterráneo. En cambio, White O está abierta al exterior y pareciera flotar
en el espacio".
En esta obra
se destaca el uso de mobiliario de la línea HORM, fabricado en Chile por
Empresas Fernando Mayer y diseñado por el propio Toyo Ito.
Se ubica en
Marbella, formando parte de la segunda etapa de la urbanización Ocho al Cubo.
En el entorno
hay otras casas proyectadas por destacados arquitectos chilenos como Mathias
Klotz y Christian De Groote.
Completamente
conectada con la naturaleza circundante, White O se emplaza suavemente en un
terreno orientado al noreste y tiene atractivas vistas en la misma dirección.
La propuesta tiene la intención de hacer un uso dinámico de todo el sitio
aprovechando las cualidades especiales creadas por la ladera del terreno.
White O es
una casa circular, que entrega la misma imagen si uno estuviera viviendo a la
altura de la copa de los árboles.
Para que la
vivienda formara un conjunto coherente con el resto del complejo, era requisito
de diseño que el exterior fuera blanco, la cubierta plana y los muros
perpendiculares.
En tanto la
cubierta plana y el sistema de pilotis de la fachada representan la
construcción racional, al modo de las obras tempranas de Le Corbusier, la
fluida cualidad espacial que se experimenta al rodear el interior desde el
sendero de entrada contrasta notablemente con aquella.
Es una casa transparente y a la vez íntima, que se recoge en sí misma y se
abre a las vistas, orgánica y ortodoxamente racional.
El sitio y la casa están compuestas juntos como un solo espacio continuo,
fluyendo como un recorrido con movimiento de espiral y centrada en un jardín
parcialmente cercado.
El acercamiento a la casa se produce ascendiendo a través de la línea
natural de la ladera hacia la parte trasera del sitio. La casa y el sitio están
compuestos por una fluida progresión de espacios interiores y exteriores con
referencias y orientaciones que cambian gradualmente.
Dentro del jardín interior, la ladera se torna continua con el suelo de la
casa. Ascendiendo por una delicada rampa que envuelve el jardín, el interior de
la casa hace una transición fluida hacia una zona privada que contiene los
dormitorios. Flotando sobre el terreno, estos espacios tienen completa
privacidad.
La planta principal se dispone horizontalmente en el extremo occidental, a
una cota de considerable altura, enfrentada al emplazamiento en suave
pendiente. Los visitantes pasan bajo el dormitorio en el extremo oriental y
ascienden por la rampa hasta llegar a la entrada.
Con la excepción del garaje y la habitación de servicio, situados al nivel
del terreno, todas las estancias importantes se ubican en la planta principal,
en torno al patio.
Tanto el estar, el comedor y los dormitorios miran al este, con vistas hacia
el campo de golf.
La obra cumple con el requisito de utilizar hormigón como material principal.